Editorial: Extremadura, S.A.
DL: B-46388-2014
Biblioteca de Aventuras.
Título original: Il Corsaro Nero
Año original de publicación: 1898
páginas: 351 (en esta edición)
Datos sobre el autor:
Emilio Salgari nacido el 21 de Agosto del 1862 en Verona y fallece el 25 de abril del 1911 en Turín. Fue un escritor, marino y periodista italiano.
Escribió principalmente novelas de aventuras ambientadas en los más variados lugares;como Malasia, el Océano Pacífico, el mar de las Antillas, la selva india, el desierto y la selva de África, el oeste de Estados Unidos, las selvas de Australia e incluso los mares árticos. Creó personajes, tal vez el más conocido de ellos sea el pirata Sandokán
El Corsario Negro
Este libro es el primero de los cinco libros que componen el Ciclo de Piratas del Caribe el cual esta desarrollado en los tiempos en que los españoles colonizaban y se apoderaban de ameica. En este libro nos relata la vida de nuestro "Gentilhombre" Emilio de Roccanera, señor de Valpenta y de Ventimiglia (El Corsario Negro) y sus dos hermanos El Corsario Rojo y El Corsario Verde. Siendo estos dos últimos ahorcados por Wan Guld el gobernador de maracaibo (El peor enemigo de nuestro protagonista) nuestro Corsario se jura la venganza de sus tres hermanos (EL mayor fue asesinado por causa de una traición por el mismo Wan Guld, cuando aquellos hermanos luchaban en una batalla en compañía de aquel hombre y por esa razón los tres hermanos restante juraron vengarse.)
El corsario cegado por la venganza y la furia hace un juramento...
"-¡Hombres del mar! -gritó-, ¡oidme! ¡juro por Dios, por estas olas, que son nuestras fieles compañeras, y por mi alma, que no tendré paz en la tierra hasta que no haya vengado a mis hermanos, muertos a mano de Wan Guld! ¡Que los rayos incendien mi barco, que as olas me traguen junto con todos vosotros; que los dos corsarios que dormirán en estas aguas, en los abismos del Golfo, me maldigan; que mi alma se condene, si no mato a Wan Guld y extermino a toda su familia, como él ha hecho con la mía...! ¡Hombres del mar! ¿me habéis oído?"
Pero este se lleva una sorpresa cuando en uno de los ataques a una nave española encuentra a la más hermosa chica y de la cual se enamora perdidamente...
"En la proa del barco español había visto una forma blanca, apoyada en el cabrestante. Era la joven flamenca, envuelta en una larga bata blanca, con los rubios cabellos sueltos sobre los hombros en un gracioso desorden, agitados por la brisa marina. Tenía la cabeza vuelta hacia la nave corsaria, y los ojos fijos en la popa, o, mejor dicho, en el Corsario Negro. estaba completamente inmóvil, con la barbilla apoyada en las manos, en un ademán meditabundo.
El Corsario Negro no había hecho ningún gesto, ni siquiera a manera de saludo. Cogido con ambas manos a la borda, como si temiese que le arrancaran de allí, tenía los ojos clavados en los de la joven. fascinado por aquella mirada parecía que ni siquiera respirase. "
Aquella joven flamenca esconde un secreto que podría destruir al corsario e interferir en la venganza que este se trazaba.
Comentario
<Magnifica obra>
No tengo nada negativo que hablar de este libro. Me ha encantado y espero poder encontrar los otros 4 libros que le continúan. Es una magnifica narración hecha por Emilio Salgari en la cual puedes leerla sin cansarte. Describe unas increíble batallas que creí ser imposibles de escribir; Porque una cosa es lo que el escritor tenga la imagen en su cabeza y otra es poder describir aquella imagen para que el lector pueda comprender claramente lo que sucede. Hay una escena en que se libra una batalla entre un jaguar y un cocodrilo que quedé fascinada por como ha sido descrita.
Increíble forma que describe el ambiente donde se desarrolla cada escena de la historia, habla de diversos arboles y animales que abundaban en los bosques vírgenes de Venezuela. En conclusión es un libro del que aprendes ciertas cosas (yo desconocía cierta existencia de algunos arboles y sobre barcos), que te harán tomar tu celular o computadora para investigar.
"La luz de la luna le permitió divisar claramente -a popa, junto al timón-, la negra figura del Corsario, con la larga pluma del sombrero ondeando al soplo de la brisa nocturna. Estaba inmóvil, con un pie apoyado en la borda, la mano izquierda en la empuñadura de su formidable espada y la derecha en la cintura, los ojos fijos en la proa de la nave española.
-¡Mirale! -murmuró la joven, inclinándose hacia la mulata que la había seguido-. ¡Es él! ¡El tenebroso caballero de ultramar!... ¡Que hombre tan extraño!"
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